Son tumores benignos del lóbulo anterior de la hipófisis (adenohipófisis). Pueden ser funcionantes o secretores en el 70% de los casos,y no funcionantes. A veces son mixtos (más frecuentemente productores de hormona de crecimiento y prolactina). Se clasifican en función del tamaño como microadenomas (<1cm) y macroadenomas (de tamaño mayor o igual a 1cm). Su incidencia es similar en ambos sexos, y son más frecuentes en la 3ª y 4ª décadas de la vida. Pueden producir clínica endocrinológica por hipo- o hiperfunción (acromegalia, Síndrome de Cushing, amenorrea-galactorrea, etc.). Los adenomas funcionantes suelen debutar más precozmente con síntomas derivados del exceso de la hormona que producen, pero los no funcionantes no suelen manifestarse hasta alcanzar suficiente tamaño como para producir efecto de masa; en estos casos los primeros síntomas suelen ser alteraciones campimétricas por compresión del quiasma óptico desde abajo ( cuadrantopsia superior y posteriormente hemianopsia bitemporal). Puede producir hiperprolactinemia debido a la compresión del tallo hipofisario que pueden provocar estas neoplasias. Los tumores grandes (macroadenomas) pueden provocar panhipopituitarismo. Una forma rara de presentación es la apoplejía hipofisaria, que consiste en un deterioro neurológico rápido que se manifiesta generalmente por cefalea, deterioro visual (incluida amaurosis súbita), oftalmoplejia y reducción del nivel de conciencia debido a una hemorragia, necrosis o infarto dentro del tumor y la glándula adyacente.