Aneurisma saculares (o bayas) son el tipo más común de aneurisma cerebral.
En general tiene un cuello definido y una porción más larga llamada "La cúpula" que sobresale sólo de un lado de una pared arterial. Los aneurismas fusiformes son menos comunes. Son protuberancias que sobresalen de ambos lados de la pared de una arteria cerebral y no tienen un tronco definido.
¿Cómo se desarrollan los aneurismas cerebrales?
Los aneurismas cerebrales se forman en silencio, en general como resultado del desgaste de las arterias. Ocasionalmente, una tendencia hereditaria, una lesión grave o una infección puede preceder el desarrollo de un aneurisma. El tabaquismo también puede estar asociado con el desarrollo de aneurismas cerebrales.Posibles síntomas
Si bien los aneurismas cerebrales no rotos pueden acompañarse de dolores de cabeza, en la mayoría de los casos no es así. También puede que se presente alguno de los siguentes síntomas:- Pérdida de movilidad en algún miembro
- Pupilas dilatadas
- Visión doble
- Dolor por encima y por detrás de los ojos
- Dolor de cabeza localizado en un punto concreto de forma persistente
- El peor dolor de cabeza de toda la vida
- Náuseas y vómitos
- Rigidez del cuello
- Visión borrosa o doble
- Sensibilidad a la luz (Fotofobia)
- Pérdida de movilidad en algún miembro
- Dilatación de la pupila en el caso de un aneurisma cerebral
- Caída de un párpado en el caso de un aneurisma cerebral
- Dilatación de la pupila en el caso de un aneurisma cerebral
- Caída de un párpado en el caso de un aneurisma cerebral
¿Por qué son importantes los aneurismas cerebrales?
Un aneurisma cerebral puede romperse y causar un sangrado importante (hemorragia subaracnoidea) dentro de la cabeza. Esto suele causar un dolor de cabeza repentino y muy intenso (¡el peor dolor de cabeza de la vida).Con frecuencia, el pequeño orificio del aneurisma cicatriza, el sangrado se detiene y la persona sobrevive. Sin embargo, el riesgo de una nueva hemorragia es alto, por lo que el aneurisma debe ser tratado lo antes posible. En casos graves, la hemorragia puede causar daño cerebral, con parálisis o coma, que en los casos más graves puede acabar en la muerte.
Una hemorragia por un aneurisma cerebral puede tener varias consecuencias. La sangre se acumula alrededor de la base del cerebro, y existe la posibilidad de acumulación de líquidos. Esto se llama hidrocefalia. Esta acumulación de líquido suele tratarse insertando una sonda en el espacio del cerebro (ventrículo) lleno de líquido. La sonda de ventriculostomía drena líquido sanguinolento hacia un saco colocado a un lado de la cama del paciente.
La sangre que se acumula alrededor de la base del cerebro también puede producir un problema llamado vasoespasmo, que suele ocurrir típicamente entre 3 y 14 días después de la hemorragia inicial. La sangre que está fuera de los vasos sanguíneos en la base del cerebro hace que esos vasos se irriten y se contraigan. Una contracción intensa de estos vasos sanguíneos puede causar la falta de riego sanguíneo del cerebro y en los casos más extremos, incluso un accidente cerebro-vascular (infarto cerebral). Para tratar el vasoespasmo, se suele elevar la presión arterial por medio de medicamentos. También se administran otros medicamentos para reducir la amenaza de sufrir un espasmo se reducen con el correr de los días.
Los aneurismas rotos se tratan en general lo antes posible (en uno o dos días), para evitar una nueva hemorragia y para poder de elevar la presión arterial del paciente para tratar el vasoespasmo.